Cuando cayeron las hojas libres de su mortalidad sobre tu rostro pálido lejos de las palabras nos desconocimos Esa tarde que te vi alejándote entre las sombras del otoño inminente apreté el vacío con mis manos frías y mientras resistía las siluetas de la soledad metiéndose en mis venas como hoja te caías en la misteriosa vastedad Esa tarde lo sentí era el peso de tu ausencia la sombra de tu sombra aplastándome matándome Por qué serán tan largas las horas frías Por qué hay tanto aire perdido, desconcertado Por qué nada espero al abrir de nuevo mis ojos Por qué la humedad de las paredes me atormenta con su sombra Para qué abrir las ventanas si hay tantas hojas muertas Para qué escribir palabras si estas no vuelan
domingo, 24 de julio de 2016
Cuando cayeron las hojas
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