lunes, 22 de agosto de 2016
Sobre el parásito
Que cansancio
La muerte maciza, bienvenida
Lágrimas de minuto y medio
y después, sumirse en lo superfluo
La noticia, de crecimiento voraz
organismo de órganos aparentes,
ojos ciegos, piel de escama
Sale como burbuja en desarrollo
Lo abarca a usted, a mí, a todo
Nos deja una sangre más angustiada,
espesa y oscurecida
Como con carbono líquido
Miedo abajo de las uñas
En los pies que nos soportan
En cada aspecto de nuestro ser
Vean que fácil nos demuele
la criatura, el parásito
Pero hay que tragárselo,
es cosa de buen ciudadano
Y aún en muerte clínica,
¡Ojo con dudar del parásito!
domingo, 24 de julio de 2016
Cuando cayeron las hojas
Cuando cayeron las hojas libres de su mortalidad sobre tu rostro pálido lejos de las palabras nos desconocimos Esa tarde que te vi alejándote entre las sombras del otoño inminente apreté el vacío con mis manos frías y mientras resistía las siluetas de la soledad metiéndose en mis venas como hoja te caías en la misteriosa vastedad Esa tarde lo sentí era el peso de tu ausencia la sombra de tu sombra aplastándome matándome Por qué serán tan largas las horas frías Por qué hay tanto aire perdido, desconcertado Por qué nada espero al abrir de nuevo mis ojos Por qué la humedad de las paredes me atormenta con su sombra Para qué abrir las ventanas si hay tantas hojas muertas Para qué escribir palabras si estas no vuelan
jueves, 21 de julio de 2016
Poema sueño
Qué hago en este sueño La noche me circunda y me aprieta el cuello con frío tacto Qué hago de rodillas Frente a mí, su puerta Atrás de su puerta, la luz Por la ventana escapa la voz filtrada por espesas cortinas La voz de la niña, de ella, de la que ya no es niña Qué hago yo llorando Aferrándome al pasto me mantengo inmóvil Silencio, sólo silencio Estoy tan cerca de ella, pero ni yo hablo ni la puerta se abre Y entonces mi grito mudo, cerrado, tapado, lleno de lágrimas sucias y cielo negro en los ojos Pero nadie nunca escuchará Entonces, qué hago en este sueño Otra vez, la misma puerta, la misma ventana, la misma voz, el mismo grito en silencio, la misma noche cruda. Porqué insisto, porqué
miércoles, 20 de julio de 2016
Poema tren
El frío se adentra en el hueso
El metal del tren ruge
Las ruedas rotan al mundo
El mundo pasa como sombras,
veloz se mueve, a sangre
y a máquina
Con los llantos mudos
en los pies sudados
y cansados van
los viajeros obligados
a dispersar sus vidas
por los trenes y los andenes
Las puntas de sus cigarrillos,
que se las dan de estrellas,
nacen para caer en las vías
y apaciguarse hasta el fin
En este mundo negro,
misérrimo y famélico,
hecho pedacitos,
apago un poco la vista
para ver un poco más
lo que no se ve
cuando se mira por mirar
Y las estrellas nacen y mueren
Rojas y vivas, tan vivas,
pero tan muertas después.
Lo mismo pasa con la sombra,
en toda esa distancia que se va
como desperdicio
Es sombra viva, tan viva,
pero tan muerta después
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